Translate

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Mr. BIG       "The Stories We Could Tell"       2014

Nunca nos cansaremos de agradecer al sello italiano Frontiers el mantener vivos a estos grupos que tuvieron sus años de esplendor en los 80 y 90 y que todavía tienen muchas y buenas cosas que decir (¿verdad, Tesla?). Mr. Big sin duda es otra de ellas, y seguramente una de las "top" de la discográfica. Esta banda aun es capaz de meter un aforo más que digno en sus actuaciones, como quedó patente recientemente en su bolo madrileño. La reputación de sus integrantes sigue intacta, y su solvencia para crear música juntos tampoco ha bajado de nivel, como bien demuestra su último trabajo de estudio. "The Stories We Could Tell" mantiene el listón donde lo dejó "What If..." y conserva unas credenciales más que dignas de su carrera.
Seguramente ya nunca tendrán hits tan memorables como "To Be With You" o "Green Tinted Sixties Mind", pero cortes como "Fragile" o "Satisfield" no creas que le van muy a la zaga y son dos de los momentos más brillantes por llevar su sello característico. Igualmente medios tiempos como "East/West" o baladas (¡que no falten!) como "Just Let Your Heart Decide", harán las delicias de sus seguidores más acérrimos, lo mismo que las contundentes "The Monster In Me" o "The Light Of Day" para los amantes de su vertiente más rockera. Si añadimos un cierto sabor bluesy en "Cinderella Smile" o "It`s Always About That Girl" y las típicas demostraciones de técnica de sus miembros, estamos ante la receta idónea de otro gran peldaño superado.
Una lástima que su batería, Pat Torpey, aquejado de problemas de salud no lo pueda demostrar en directo, quedando relegado a unas pocas percusiones y a su presencia testimonial, sustituido por el baquetas de Ace Frehley Matt Starr,
 
 
 
 
 
 
BULLFROG    "Clearwater"      2014
 
La "moda" del retro-rock ya no es patrimonio únicamente de los suecos o escandinavos (con permiso de ingleses y americanos, que para eso fueron los "inventores"). Desde Italia traemos este power-trio que con su cuarto álbum nos han dejado con la boca abierta. Classic-hard-blues-rock del mejor, del de Cactuc, Humble Pie, Free, James Gang o Rory Gallagher, pero también de contemporáneos suyos como Gov´t Mule o los The Answer menos heavies. Sonido setentero básico, sin apenas pulir, rudo, con mucho sabor a directo. Analógico. Aunque también gustan de meter algún arreglo de teclado o flauta, para dar mayor sabor añejo al asunto.
"Isolation" me recuerda a los primeros Whitesnake pero sin teclados. "Save Your Prayers" es una semi-balada cargadita de feeling. En el blues "Slow Trucker" cantan dos, en una especie de dueto entre Steve Marriott y Billy Gibbons. Genial. La propia "Clearwater" es otro tempo blues en la cual el duelo es de slide-guitars con el invitado Jimi Barbiani. "Lorraine Lorraine" podría estar perfectamente en el repertorio de Free, puedo imaginarme a Rodgers cantándola. Y "South Of The Border" es otro temazo increíble. "Long Time Boogie" tiene un ligero sabor a Faces, y por si faltaba algo, "Better Days" cierra el disco en plan acústico a lo Zeppelin. Excelente. Muy bueno.
 
 




CORVUS STONE    "II"    2013

Todas las buenas críticas que he visto en los portales de rock progresivo están justificadas. El segundo álbum de esta banda es BRILLANTE. No tiene otra definición.
Compuesta por músicos de distintos países (lo que le confiere cierto sabor a "proyecto", complicado de consolidar y llevar al directo) tiene una esencia netamente progresiva, aunque las raíces blues y classic-rock también son muy apreciables. Pero no solo eso, jazz-fusión e incluso barroquismo o música renacentista, todo cabe. Esa abundancia de estilos, texturas y emociones dotan al disco de una riqueza musical muy notable. La guitarra de Colin Tench (Oceans 5) brilla frecuentemente. De hecho parece el instrumento líder. Podemos oírle en grades desarrollos por ejemplo en "Boots For Hire" o en la jazz-fusionera "Uncle Schunkle". Y por supuesto en los números de rock directo como son "Mr. Cha Cha" a lo Focus o "Purple Stone", que no es sino una especie de homenaje a los chicos de Blackmore. El disco es eminentemente instrumental, aunque hay partes vocales interpretadas por músicos invitados pertenecientes a su mismo sello, Melodic Revolution Records.
Tenemos aires de blues en "Mystery Man", latinos a lo Santana en "Scandinavians In Mexico". Todo mezclado con varios interludios cortos de sabor neo-clásico. Y temas complejos como "A Stoned Crow Meets The Rusty Wolff Rat" a lo Jethro Tull, "Camelus Batrianus" cantada en italiano a lo Premiata Forneria Marconi, o la suite de 14 minutos "Moaning Lisa" de ambientes barrocos y hasta de vals con frases en español. Y para rematar efluvios folkies en "Campfire". Uno de los discos más ambiciosos y a la vez logrados del año. Una perla.








DEVON ALLMAN     "Ragged & Dirty"   2014

Sin apenas tiempo para saborear su labor en el último disco de la Royal Southern Brotherhood, el vástago de la leyenda viviente retoma su carrera en solitario que inició en 1999 con los Honeytribe de acompañantes, y que ya sin "apellidos" (con el suyo es más que suficiente) entregó en 2013 un notable "Turquoise".
Para este se fue a Chicago, no se si huyendo un poco del "sanbenito" de sureño que arrastra por ser quien es. Se rodeó de músicos de aquella ciudad y se encomendó al productor más experto y relevante de la escena, Mr. Tom Humbridge, quien además toca la batería y compone cuatro temas. Devon firma cinco y los tres restantes son versiones.
El resultado es espléndido, un ejercicio de blues-rock en todas sus vertientes, bebiendo de las fuentes más clásicas y trasportándolas al siglo XXI.
El chico rockea en "Half The Truth", hace blues ligero a lo Clapton en "Can´t  Lose`em All". Blues melódico a lo Bonamassa en "Leavin´", guitarreo funkie a lo Gov`t Mule en "Travellin´" y "Blackjack Heartattack", e incluso en "Leave The City" adquiere cierto deje a lo Springsteen.
El único acercamiento más o menos claro a la banda de su padre y su tío estaría en la larga instrumental "Midnight Lake Michigan", donde aparte de deleitarnos con su destreza a las seis cuerdas, disfrutamos también de un gran trabajo a la batería del propio Humbridge. "Back To You" es igualmente un blues cálido con coros femeninos. Muy bueno.
Las versiones son la propia "Ragged & Dirty" de Luther Allison, electrificada para la ocasión; "Ten Million Slaves" de Otis Taylor, y el caramelo de The Spinners "I´ll Be Around", puro soul-disco setentero. Gran álbum.







ENCHANT    "The Great Divide"      2014

Estamos de enhorabuena con el regreso de Enchant, una de las bandas más notables del rock progresivo de la década de los noventa y primeros dos mil. Sin duda animaron los difíciles años en los que el grunge  y el post-grunge parecían acapararlo todo. Sin saber como, de la noche a la mañana desaparecieron dejándonos huérfanos de su talento durante más de diez años.. El miembro más activo en este periodo de silencio ha sido el vocalista Ted Leonard, quien a ocupado su tiempo en bandas como los geniales Thought Chamber o Affector (de quien esperamos continuidad), como músico de apoyo en la gira de Transatlantic sustituyendo a Daniel Gindenlow, o como reemplazo de Nick Di Virgilio (en voz solista) en Spock´s Beard. Tantas y tan notorias ocupaciones nos hacen sospechar que Enchant no va a volver a ser su trabajo a tiempo completo.
Y como si el parón hubiera servido para cargar pilas y reencontrar musas, "The Great Divide" se muestra magnífico, un ejercicio del mejor neo-progresivo que te puedas imaginar. Todo lo mejor del estilo ( y de su estilo, labrado a través de 8 Lp´s) está bien representado, con excelsas demostraciones instrumentales pero dentro de un contexto de canciones melódicas de largo minutaje, eso sí.
Todos los músicos están increíbles, desde el portento vocal de Leonard (a quien no vamos a descubrir ahora), hasta una base rítmica contundente y precisa, pasando por un juego de teclados versátiles y con mucha clase y una guitarra de largo recorrido que cubre el papel rockero a la perfección. El propio Douglas Ott produce el álbum que grabaron en su estudio casero y que Insideout se encarga de editar. Como en los viejos tiempos.
Todos los temas son destacables, no hay un solo relleno, es un trabajo para escucharlo del tirón con la seguridad de que lo vas a disfrutar. Chapeau.






AUDREY HORNE      "Pure Heavy"     2014

No son ingleses ni americanos, ni estamos en los ochenta, pero la música de estos noruegos suena tan refrescante y divertida que uno puede imaginárselos triunfando si se cumplieran esas directrices.
Hacer hard & heavy clásico de los 80´s en pleno siglo XXI, 30 años después, no tiene porque suponer un suicidio. Al menos estilístico, otra cosa es comercial pero, ¿quién se resiste cuando es esto lo que te dicta el corazón?. No están solos, hay una especie de escena underground (muy underground, me temo) que está tratando de traer de vuelta las chupas de cuero, las melenas y los parches. Ahí tenemos a Vanderbuyst, por ejemplo. Solo hace falta hacer bien las cosas y que haya público que lo demande. De lo primero andan sobrados Audrey Horne, y este quinto trabajo les reafirma como una de las bandas punteras de la nueva generación. "Pure Heavy", tan explícito en su título como rotundo en su propuesta. Pero su heavy-rock no va de batallas épicas ni duendes y dragones, ni de aullidos desgarradores. Lo suyo es diversión, ritmo y directos a tu centro neurálgico. Y eso que sus componentes tienen un pasado death metalero (son noruegos, recuerda), pero aquí apuestan por rememorar a las grandes bandas que nos divirtieron tanto en nuestra juventud. Kiss, Maiden, Lizzy...¡la vieja guardia!. Pero suenan de lujo, sus temas son enganchones y las guitarras mandan con riffs, solos y twin-guitars abundantes.. Melodía, en resumen, en contraposición al metal actual, más preocupado en derribar edificios que en trasmitir algo de pasión.
Una bocanada de aire fresco, aunque suene contradictorio haciendo un estilo que tiene tres décadas de antigüedad.






EXODUS    "Blood In Blood Out"      2014

Ah!, que tiempos..... cuando a principios de los ochenta emergió el movimiento denominado thrash-metal en el área de la bahía de San Francisco. Supuso un puñetazo directo al mentón de todos los seguidores del hard & heavy más ñoño y sofisticado. Actitud barriobajera, imagen desaliñada y peligrosa y heavy-metal tocado a todo volumen y a toda velocidad, desafiando las leyes impuestas por bandas como Judas Priest o Black Sabbath.
De esa escena, rica en grupos que aparecieron hasta debajo de las piedras, solo podían quedar unos pocos. Los elegidos fueron Metallica, Megadeth y Slayer. Los demás, o desaparecieron o quedaron como supervivientes en los círculos underground en los que nacieron y de los que nunca salieron. Ahí estuvieron, y siguen estando, Annihilator, Testament, Overkill....o Exodus. La capacidad de supervivencia practicando un estilo tan limitado es digna de admiración y reflejo de la fidelidad de sus seguidores.
"Blood In Blood Out" es la décima estrega de estos veteranos (desde el 79 formados) cuya mayor novedad es el regreso del vocalista Steve "Zetro" Sousa, el gritón de sus años "dorados". Afortunadamente el fichaje de Gary Holt por Slayer sustituyendo al finado Jeff Hannemann no ha supuesto el final de Exodus, compatibilizando ambos empleos. Es el único miembro fundador que queda, aunque tanto Sousa como el batería Tom Hunting ya figuraban en sus más emblemáticos trabajos como "Pleasure Of The Flesh" o "Fabulous Disaster". En cierta medida esta obra es más directa, sin los enrevesamientos de sus últimas entregas, aunque muchos temas pasan de los seis minutos. Es una hora larga de metal incandescente, a toda pastilla, con riffs matadores, solos a diestro y siniestro, voces apocalípticas y un bajo y, sobre todo, una batería que sugieren una estampida de búfalos enloquecidos.
Colaboran Kirk Hammett (antiguo miembro en su génesis) y Chuck Billy de Testament y, aunque producen ellos mismos, el resto de datos técnicos los vuelven a confiar en Andy Sneap, todo un clásico, y la edición a Nuclear Blast. Vamos, que podría estar perfectamente datado en 1984.
Dos temas a destacar, el apabullante "Collateral Damage" y la final "Food For The Worms" por su rapidez extrema. Si eres quinto suyo ten cuidado con tus cervicales porque estos chicos pueden hacerlas saltar por los aires.






HEMINA      "Nebulae"      2014

Su primer trabajo ya me pareció muy interesante, pero en este segundo han dado un paso adelante y un salto cualitativo importante. Son una joven formación australiana que le da con ganas al prog-metal. De nuevo conceptual, "Nebulae" es una joya si te gusta el género. Lo primero que advierto es que no copian a nadie, no son la típica banda clónica de Dream Theater. Aunque evidentemente tienen de todos. Están comandados por una pareja (que sentimentalmente también lo son) que atienden por Douglas Skene voz y guitarras y Jessica Martin voz y bajo. La combinación de dos voces contrapuestas siempre da ese toque melodramático o teatral, aunque la de la chica tiene mucho menos protagonismo. Sin embargo la de Douglas es portentosa.
Aunque el peso de las guitarras heavies manda, no quiero olvidar el trabajo del teclista Phill Eltachki, soberbio.  El grueso del álbum es un metal progresivo técnico perfectamente ensamblado y ejecutado, con escaso respiros en forma de medios tiempos ("Soulmates") o jugueteos con el jazz-fusión en "Lust". Pero el tema estrella sin duda es "Strength", un pedazo misil de lo mejor del estilo que jamás hayas escuchado. Genial.
Me han recordado mucho a Mindflow, banda brasileña de enorme talento pero que pasaron desapercibidos para la gran mayoría de la parroquia metalera. Esperemos que Hemina no corra la misma suerte.






KNIGHT AREA     "Hyperdrive"      2014

Cuando apuntamos a las bandas más destacadas del progresivo moderno siempre lo hacemos a Porcupine Tree, Anathema... quizá Riverside, RPWL... pero frecuentemente olvidamos alguna que no por menos conocida no lo merecen, como Magenta, los polacos Satellite... o los holandeses Knight Area. Son ya casi 20 años de constancia, aunque solo la mitad con grabaciones más o menos regulares. "Hyperdrive" es su quinto larga duración y en él advertimos ligeros cambios que apuntan a una nueva dirección, el tiempo dirá si definitiva o no. Sin salirse de la etiqueta de neo-progresivo, los temas se acortan y emerge una frecuente tendencia al hard-rock, con mucho protagonismo otorgado al nuevo hacha Mark Bogert. El arranque con "Affraid Of The Dark" es la prueba evidente de ello, seguramente el corte más heavy que nunca han hecho. Luego, ese repunte rockero mira más al hard melódico de unos Saga, por ejemplo, caso de "Avenue Of Broken Dreams" o "Crimson Skies", pero no faltan dobles bombos y afilados solos de guitarra, así como riffs abundantes. A caballo entre el hard y el prog estaría "Bubble", donde los teclados se hacen notar más, del mismo modo que en "The Last World", donde emerge otro de los puntos fuertes, las armonías vocales y coros. Mark Smit no es Ted Leonard, pero se le parece. Y "Songs From The Past" no es Queen, pero también. Bonita balada al piano, coros y su solito.
Pero donde suenan más reconocibles es en esos tempos neo-progresivos como "Living In Confussion" o "Hypnotized" un poco a los Pendragon actuales, esto es, con el nuevo matiz hard-rockero pero de fundamento clásico. Un gran álbum. Uno más.






ARQUEOLOGIA DEL ROCK

MOGUL THRASH     1971

James Litherland, guitarrista y vocalista original de Colosseum, dejó la banda para crear Mogul Thrash con la intención de orientar el jazz-rock de aquella hacia el blues británico tan en boga en esos finales de los sesenta. Al trío básico de bajo, batería y guitarra le añadió dos saxos y una trompeta, creando una brass-band en toda regla.
Entre los miembros de la formación encontramos a un John Wetton pre-King Crimson, quien desarrolla un estilo muy jazzie al bajo, además de cantar solista un tema. A los controles se encomiendan a un experto Eddy Offord (Yes) y a otro peso pesado como Brian Auger, que también aporta su piano puntualmente. Incluye la revisión del tema de Colosseum "Elegy", pero el tema estrella son los doce minutos de "Going North Going West", con cierta tendencia al jam-rock
Pero lamentablemente el experimento no debió cubrir las expectativas que Litherland había depositado en él, ya que no tuvo continuidad y su historia se quedó en este único álbum. Sin embargo, creativamente es una pieza muy inspiradora y rica mezcla de jazz-rock, progresivo y hard-blues que valoramos enormemente.






QUINTESSENCE

A finales de los sesenta, en plena explosión del movimiento hippy, nace esta banda del norte de Londres, fuertemente influenciada por la música, espiritualidad y cultura india. Un poco siguiendo los pasos de The Beatles tras los viajes de George Harrison a aquellas tierras, y surgiendo a la sombra de grupos de proto-progresivo como Pink Floyd o Procol Harum.
Grabaron cinco álbumes entre 1969 y 1972 y llegaron a tocar en escenarios tan emblemáticos como el Royal Albert Hall o los festivales de Montreux o Glastonbury, además de participar en le mítico "concierto para Bangla-Desh" auspiciado por el propio Harrison.
Editaban en el sello Island, lo mismo que Jethro Tull con quienes se podría emparejar de algún modo por su tendencia al folk (indú en este caso) y el uso de instrumentos acústicos como la flauta y el sitar en el caso de Quintessence. Su lado más "occidental" incluía un jazz-rock y sicodelia muy al uso en la época, en la onda de Hatfield & The North, National Health y también algún soplo a lo The Doors. Cuando aparecen las guitarras eléctricas emerge su vena rockera, llegando a recordar en algunos pasajes a Cream.
En definitiva, una rica mezcla de exotismo y jam-rock que tiene su punto álgido en el primer álbum, "In Blissful Company". Actualmente uno de sus miembros fundadores, Shiva Shankar Jones, mantiene o recupera esporádicamente aquel legado bajo el apelativo de Shiva´s Quintessence.


 

martes, 11 de noviembre de 2014

THE DELTA SAINTS        "Live At Exit/In"      2014

Una de las bandas más frescas y talentosas de la nueva hornada del blues y el country-rock. Estos jóvenes de Nashville son un huracán en directo, por eso no podían tardar en dejarlo patente en su primer "live", pese a que solo cuentan con un único álbum más un puñado de Ep´s. Grabado en el mítico local de su ciudad natal durante dos noches, es el fiel reflejo de la entrega y espontaneidad que les distingue. En sus inicios contaban con un harmonicista, músico que cambiaron por un teclista más adelante. Yo he tenido la fortuna de verlos con ambas formaciones, y si la primera fue un puñetazo en toda la cara, la segunda (un poco repuesto ya del impacto) lo que aporta es más color y matices, aunque no son pocos los que echan de menos el sonido sucio y a la vez puro de la armónica.
Pero los Delta Saints son mucho más que eso, por ejemplo la increíble voz de Ben Ringel, el feeling rockero y bluesy de la guitarra de Dylan Fitch o la simpatía y contundencia del bajista David Supica y el batería Ben Azzi. El otro "santo", el de las teclas, se llama Nate Kremer.
Un directo como debe ser, con intensidad que no pierden ni cuando se alargan en solos o jams. E interactuando con el público, sonando cercanos y joviales. Justo lo que son. Ellos mismos definen su música como "Bourbon-fueled-Bayou-rock".... y no hay más que añadir.
 
 
 
 
 
 
JOE BONAMASSA   "Different Shades Of Blue"   2014
 
No entiendo como este hombre puede tener detractores. Solo se me ocurren dos cosas, ignorancia y/o envidia. La carrera de Bonamassa es todo un ejemplo de buen hacer, versatilidad, buen gusto y calidad. Ya sea en solitario explorando su vena más blues, la soul junto a Beth Hart, la funky con Rock Candy Funk Party o la rockera en Black Country Communion, todo lo que hace lo hace bien. Inmaculado. Hay quien alude a la sobre-exposición para justificar cierto empalago. A mí en absoluto me ocurre, todo lo contrario, cuanto más (si es así de bueno), mejor. Hay otros colegas suyos (y ex-compañeros, por cierto) que además de sobre-exponerse tanto o más que Joe, lo hacen siempre de la misma forma, muy encasillados...... y nadie se le tira a la yugular.
"Different Shades Of Blue" incide en el lado más funk y bailongo del blues, merced a la "brass-band" que acompaña la mayoría de temas. Loas vientos le dan ese tono clásico que contrasta con los solos de guitarra marca de la casa. Otro aspecto destacable es la ganancia vocal de nuestro hombre, ya advertida progresivamente en sus últimas obras, y que aquí ratifica con un amplio registro muy enriquecedor. Los teclados y pianos también juegan un papel destacado.
 Lo de "bailongo" también vale para un baladón blues como "So, What Would I Do", solo que aquí lo que apetece es apretar bien a tu pareja. Precioso tema. El álbum comienza jugando al despiste, pues tanto la intro "Hey Baby" como "Oh Beautiful!" sugieren un disco rockero a lo Hendrix, pero en cuanto entran los vientos en "Love Ain´t A Love Song" le cambia la cara. Me gustan especialmente "Never Give All Your Heart" y el tema título por sus ricos matices, acústicos por ejemplo. Producción brillante (one more time) de Kevin Shirley. A ver si la gira le acerca por aquí, que se le espera.
 
 
 
 
 
 
JOHNNY WINTER      "Step Back"     2014
 
Disco póstumo del albino. Lo dejó grabado antes de fallecer el pasado verano. Se trata de versiones de clásicos del blues para las cuales contó con un nutrido grupo de invitados que aportan su sello particular a cada tema. Johnny se mide tanto instrumental como vocalmente a figuras como Ben Harper, Billy Gibbons, Dr. John o el mismísimo Eric Clapton. Hay blues puro, incluso acústico, y rock´n´roll como la gran "Long Tall Sally" junto a otro lisiado de lujo, Leslie West. Encontramos a Joe Perry de Aerosmith, a Brian Setzer dando su peculiar toque rockabilly a "Okie Dokie Stomp" y al inefable Joe Bonamassa en (lo siento) lo mejor del disco, sus duelos incendiarios con el abuelo.
Pero no solo los ilustres hacen subir las pulsaciones, "Killing Floor" junto a su mano derecha estos últimos años, Paul Nelson, es otro momento impagable, y "Death Letter" con Johnny a pelo con su acústica slide, otro. Una gran despedida, sí señor. Adiós, maestro. 
 
 
 
 
 
 
THE BAD PLUS     "Inevitable Western"   2014
 
Descubrí a esta banda en 2003 cuando los vi en directo en un ciclo de jazz de mi ciudad. Me llamó poderosamente la atención su trasgresora propuesta, mezclando el jazz más puro y tradicional con la locura y anarquía del free-jazz. Desde entonces he seguido atento sus pasos discográficos porque siempre sorprenden. Su manera de entender la melodía es muy particular.
La curiosidad de cada álbum solían ser la versiones de temas de rock y pop pasadas por su filtro. Chocaba, y mucho, escuchar temas de Nirvana, Black Sabbath, Rush, David Bowie, Pink Floyd, Yes, Heart o Queen en formato jazz por un trío de batería, contrabajo y piano. Sin guitarras ni voces.
En sus últimos trabajos han abandonado esta práctica (aunque recientemente "re-inventaron" Las Cuatro Estaciones de Vivaldi), decantándose solo por material original. Lo echamos de menos, la verdad, pero aun así "Inevitable Western" está a la altura de cualquiera de sus obras pretéritas y merece unas cuantas escuchas. Diferente.
 
 




ANUBIS    "Hitchhiking To Byzantium"    2014

Banda australiana especializada en discos conceptuales. Este es su tercero. Practican un rock progresivo puro con sonido actual en consonancia con colegas como Anathema, Airbag o Flamborough Head. Pero como todo hijo de vecino maman de los clásicos, y en este caso es Pink Floyd la influencia más evidente y palpable.
Temas de largo minutaje pero bien estructurados, melodías cadenciosas y ondulantes. Base rítmica como columna vertebral sobre la que se despliegan ricos y abundantes teclados, guitarras que afilan el sonido y voces lánguidas y sugerentes. Puntualmente aparecen flautas y saxos pero en pequeña medida. Un  disco muy correcto y que agradará a los seguidores de las bandas mencionadas.






BERNIE MARSDEN       "Shine"        2014

Regreso a la actualidad de este viejo guerrero. Sobra decir que fue uno de los pilares fundamentales del éxito de los primeros Whitesnake, pero su bagaje no se queda solo en eso, bandas como Wild Turkey, Babe Ruth o Alaska tuvieron el privilegio de contar con su talento, al que no han sido ajeno muchos otros músicos que han contado con él para trabajos puntuales (Ashton & Lord, por ejemplo).
Además cuenta con una no muy prolífica carrera en solitario de la que aquí traemos el último capítulo. "Shine" es un álbum exquisito, con  sabor a rock clásico del bueno, de calidad. Sin muchas expectativas comerciales, únicamente hecho para agradar y agradarse. Ha contado con una banda de escándalo que incluye a Don Airey a los teclados e Ian Paice a la batería. Además se ha agenciado alguna colaboración de relumbrón, como la del propio David Coverdale en la remozada "Trouble", cantando mucho mejor que en los últimos discos de la serpiente blanca (forzado).
Joe Bonamassa no podía faltar, aquí lo hace en la purpleriana "Shine", y el harmonicista de Nine Below Zero, Mark Feltham, pone su toque  a la bluesera "Ladyfriend". El blues, por cierto, tiene bastante presencia; "Bad Blood" o "Hoxie Rollin´Time", así como "Linin´Track", tema que Aerosmith garbaran bajo el título de "Hangman Jury".
Los recuerdos de aquella añorada primera encarnación de Whitesnake son muy bien recibidos. La propia "Ladyfriend" tiene ese sabor, lo mismo que "You Better Run". Hay hard-boogie a lo Z Z Top en "Kinda Wish She Would" y hasta AOR con melodías pop en "Walk Away". A destacar también las apariciones del batería de Jeff Beck Jimmy Copley y del vocalista Cherry Lee Mewis. Evidentemente lo que más resalta es la guitarra de Bernie, aunque sin acaparar un excesivo protagonismo. Siempre muy al servicio de la canción. Se me olvidaba otro "highlight", nada menos que "Dragonfly" de Fleetwood Mac.
Grabado en Abbey Road, producido por Rob Kass y editado con Mascot Records. Entrañable.






STONE MACHINE      "Rock`n`roll Ain`t Dead"     2014

¡Pues claro que no!. Y con bandas como Stone Machine le queda mucho para ello. Estos chicos de West Virginia acarrean ya su tercer trabajo inmersos en un classic-hard-rock de base blues. Comandados por un increíble vocalista de la escuela Paul Rodgers y de nombre Jason Mays y por en incendiario guitarrista que ha estudiado a fondo a Joe Perry o Ronnie Montrose, apelado Dirk Blevins y que además toca el bajo. El tercero en discordia sería un batería alumno aventajado de John Bonham y que responde como Jeremy Hall. Gran rock de la vieja escuela con un frecuente background sureño. Quiero recordar que en los noventa algunas grandes bandas se quemaron practicando este atemporal estilo. Recuerdo a Cry Wolf o Mother Station, por ejemplo. Pero no seamos agoreros, hoy por hoy puede ser (y de hecho es) perfectamente válido, y ahí tenemos el ejemplo de The Answer con quienes formarían un cartel diabólico.
"Southern Outlaw" lleva esa onda clara de Free o Whitesnake. "Mr. Blues" es su "Simple Man" particular. Y "Angels And Devils" evoca al cuervo negro de los hermanos Robinson.
Lo que menos me ha gustado ha sido el excesivo acercamiento a Zeppelin en un par de temas. Tanto "Sky´s Gonna Cry" como sobre todo "Sugar Mama" adolecen de personalidad, pero esquivando esto (que tratándose ya de un tercer disco deberían haber pulido), "Rock`n`roll Ain`t Dead" es un delicioso álbum, excelentemente producido además, que te devolverá la esperanza de que los viejos tiempos van a volver. Que así sea!.






FLYING COLORS     "Second Nature"      2014

Cuando escuché por primera vez "Open Up Your Eyes", tema de apertura, me temí lo peor. No porque el tema sea malo, ni mucho menos (¡es un temazo!), pero seguía unos patrones tan evidentes de Transatlantic o la Neal Morse Band, que tuve miedo de que Flying Colors hubiera perdido ese encanto del primer disco que lo hacía diferente a todo lo demás. Afortunadamente solo fue una falsa alarma, ya que "Second Nature" es superior incluso a su debut. Todo lo bueno que tenía aquel se multiplica por dos. La sabia mezcla de progresivo, rock y pop, alcanza unos niveles difíciles de alcanzar. Y lo mejor es que tampoco necesitan rizar el rizo ni perderse en complejísimas composiciones. Los temas entran a la primera con una suavidad como mantequilla. Una canción tan simple como "Lost Without You", por ejemplo, es tan sutil como adictiva. Las melodías vocales juegan un importantísimo papel en toda la obra, no solo las del enorme Casey McPherson, que lo borda, sino también a nivel de coros trabajadísimos y hasta con connotaciones góspel puntualmente.
Evidentemente la labor instrumental es de quitarse el sombrero pero, ¿en que trabajo en el que participen Portnoy o los dos Morse no lo es?. Particularmente me alegro de que Steve despunte pues considero que en Purple está perdiendo el tiempo.
Todo el disco es muy destacable; si te van las baladas sentidas y con alma, "Peaceful Harbor" te pondrá la piel de gallina. Si quieres rock más directo, la riffera "Bombs Away" con sus aires purplerianos te encantará. Hay aires ochenteros en "A Place In Your World" y folkies y celtas en la maravillosa "One Last Forever". "Mask Machine" me recuerda el prog-pop comercial de unos Muse, pasado por el tamiz de unos músicos tan geniales como estos. Y para los más puristas de progresivo, aparte de la mencionada al principio está "Cosmic Symphony", dividida en tres actos. El primero de ellos vuelve a traer efluvios de Muse, sobre todo en la voz con falsete de McPherson.  Dave LaRue encuentra su momento de gloria con unos buenos fraseos al bajo freatless. También hay ligeros devaneos jazzies. La segunda lleva una onda The Flower Kings clásicos y el final es una coda de nuevo con los coros góspel en todo lo alto.
Rematado con una impoluta producción y una sencilla pero elegante portada a cargo del mítico Hugh Syme, "Second Nature" se postula como un serio candidato a disco del año.






HELIX     "Bastards Of The Blues"     2014

Si en la categoría oro estarían Scorpions, Kiss, Rainbow o Def Leppard, y en la plata Foreigner, Y & T o Triumph, en la bronce encontraríamos bandas como Nazareth, Krokus o Helix. Nunca tuvieron ventas multitudinarias, pero siguen aguantando el tipo. Los canadienses son el paradigma de la resistencia, siempre dándonos lo mejor de sí. Son casi 40 años de carrera, de hard-rock de raíz blues. Clásico, lo llaman ahora.
Con un título tan explícito, su decimotercer álbum es otra ración de lo mejor del estilo. Perfectamente ejecutado, pulcramente producido y si quieres cargado de clichés, pero enormemente resultón. Grandes canciones rock como la que da nombre al disco, en la cual colabora en coros su paisana Cheryl Lescom. Un tema como "Even Jesus" deja patente de dónde han mamado, entre otros, grupos como Gotthard. En otras se acercan al AOR, como en "Winning Is The Best Revenge" y tampoco falta la balada heavy típica, aquí de nombre "When All The Love Is Gone", interpretada por el bajista Daryl Gray, sin que ello quiera significar que Brian Vollmer haya perdido un ápice de su potencia vocal.
Incluye dos temas que ya aparecieron en el Ep de 2011 "Skin In The Grave". Cuarenta tacos y en la brecha.