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miércoles, 5 de abril de 2017

ORANGO    "The Mules Of Nana"     2017

Muy activos y reconocidos en su Noruega natal, este trío está dispuesto a darse a conocer más en profundidad en el resto de Europa con este su sexto álbum en estudio. Practican un rock de raíces americanas inspirado en los últimos sesenta y primeros setenta. A veces más hard-rockeros, otros más bluesy, tintes folk y bonitas armonías vocales nos llevan a pensar en Crosby, Stills & Nash o The Band. También Neil Young o Buffalo Springfield parecen estar en su radar.
En general es un muy buen trabajo, hecho con gusto y profesionalidad con momentos especialmente brillantes. Una variante más dentro del delicioso momento que vive el retro-rock escandinavo. ¡¡Que dure!!. Ideales para amenizar uno de los "Conciertos Salvajes" del gran Johnny Descargando.








STEPHEN PEARCY     "Smash"      2017

No he seguido la carrera en solitario del cantante de Ratt, pero veo que tampoco ha sido especialmente prolífica contando con que "Smash" es solo su cuarto álbum. Ratt me gustaron en su momento (los ochenta), aunque tampoco creo que llegaran a sentar cátedra como Motley Crue o Guns´n´roses pese a que las ventas de sus primeros álbumes (los buenos) fueron astronómicas.
No esperaba gran cosa de Pearcy en solitario; ya sabes, el típico rock-star reciclado por Frontiers, pensaba, pero me alegra equivocarme en parte ya que el disco es bastante digno y tiene momentos muy agradables. Me ha gustado especialmente la producción, muy orientada a las guitarras aunque sin virtuosismos gratuitos. La voz de Stephen se mantiene en buena forma, teniendo en cuenta que tampoco es Robert Plant, precisamente. El álbum se abre con un medio tiempo oscuro de nombre "I Know I´m Crazy" que resulta, además de curioso por atípico, de lo mejor en el resumen final. Los acercamientos al sonido Zeppelin son notorios y frecuentes; la misma intro del tema mencionado ya lo sugiere, y luego cortes como "Shut Down Baby" (donde el guitarra juega a ser Page) o "What Do Ya Think", este en un contexto más bluesy. Lógicamente la herencia Ratt no podía faltar, pero ha sido precisamente en esa onda donde menos inspirado ha estado a mi juicio, quedando temas como "I Cant Take It" o las muy vanhalenianas "Jamie" y "Lollipop", en un contexto más de relleno. Salvaría, eso sí, "Ten Miles Wide", un resultón tema que no desentonaría en cualquier disco de las ratas. En medio de todo, buenas composiciones como "Rain" o el corte final "Summer.s End" para dar lustre a un buen álbum sin más.










SYRON VANES     "Chaos From The Distance"     2017

Hacía mucho que no referenciábamos un  buen álbum de metal con mayúsculas. El grupo sueco con una larga trayectoria desde mediados de los ochenta nos lo ha puesto fácil con su sexta entrega. Heavy metal de la vieja escuela pero con un sonido y producción totalmente modernos. Las baterías y bajos suenan cual tormenta del juicio final, las guitarras escupen riffs cortantes y solos punzantes como todo buen metalhead desea, y las voces están a la altura, con fuerza y agresividad pero no exenta de melodía, algo en lo que ayudan los coros frecuentemente. Sitúalos en una onda entre Saxon o Judas y Pretty Maids o Jaded Heart. Viniendo de aquellas frías tierras ya son casi sinónimo de calidad. Muy bueno.








JOHN GINTY  feat. ASTER PHEONYX     "Rockers"        2017

Más conocido por sus trabajos de sesión para innumerables músicos, este teclista estadounidense presenta su cuarto larga duración en solitario con la novedad de incluir a la cantante Aster Pheonyx en todos los temas salvo dos instrumentales, variando su antigua fórmula de incluir varios músicos al micro. Se conocieron en un concierto de ambos en Asbury Park, y la contribución de ella no se queda solo en el trabajo vocal, ya que co-escribe casi todo el material.
Blues, rock, soul y funk es lo que ofrece en este estupendo álbum en el que, aunque hay guitarras, estos no son ni mucho menos protagonistas, de hecho su presencia es absolutamente testimonial, volcando todo el peso en los teclados de diversos instrumentos, pianos, Rhodes o el sin par Hammond B3, que suena de fábula bajo sus dedos.
En su currículo figuran nombres como Santana, Robert Randolph, Citizen Cope, Neal Casal o Ryan Adams, y eso es mucho decir.










ASPHALT HORSEMEN     "Brotherhood"    2017

Buena banda desde Hungría, haciendo hard-rock con un fuerte latido southern, acentuado en varios cortes con coros femeninos, harmónicas, etc.
Este es su segundo álbum, un producto cuidado y redondo, con grandes ejecuciones a cargo de músicos de largo recorrido en su país natal y alrededores. Nacieron como Asphalt Horsemen en 2010, mezclando temas propios con versiones de Lynyrd Skynyrd, Pride & Glory  o Black Stone Cherry, banda a la que más se acercan, pues ambas poseen un background heavy muy similar.











JUNKYARD DRIVE   "Sin & Tonic"      2017

Debut de esta pandilla de jovenzuelos daneses seducidos por el sonido, estética y actitud del movimiento sleazy de los ochenta. Con una producción más sólida y robusta que las de entonces, a cargo de Soren Andersen (Glenn Hughes, Mike Tramp...), el disco suena cañón y los temas son frescos y poderosos, recordando continuamente la época dorada del estilo, con Ratt, Warrant, Skid Row o los Gunners como referentes, aunque tampoco faltan vistazos a clásicos como Zeppelin.
Ya han girado por USA y México, aparte de su zona de influencia y otros países europeos, con lo que parece que el futuro les pinta bien. El álbum ha obtenido una buena repercusión y no es para menos. Quédate con el nombre.












ASTEROID     "III"    2016

Trío sueco que pretenden sumergirnos en su universo experimental y lisérgico. Una banda nacida de jams, y eso es una evidencia palpable escuchando su material. Este es su tercer trabajo con nuevo batería; un completo ejercicio de proto hard-prog, de space-rock con predilección por el fuzz y reverb. Recuerdan a Pink Floyd en el corte inicial (y algún otro pasaje), "Pale Moon", y luego a Hawkwind, Iron Butterfly o los primeros Black Sabbath. Son 36 minutos de locura, de ida de olla aunque siempre mantienen la nave en su rumbo y el resultado final es, cuanto menos, satisfactorio. Devoción por los setenta. En una onda pareja a bandas como Kadavar o Graveyard, pero bastante más personales y experimentales.












COSMOSQUAD     "The Morbid Tango"    2017

Llevaban una década de silencio y eso es mucho tiempo. Se les echaba de menos.
Recordemos que se trata de un trío instrumental que practica un heavy-prog con mucha influencia del jazz-rock y que está inspirado en artistas como Rush, Liquid Tension Experiment o el Steve  Vai más experimental (que es casi siempre). Está conformado por tres músicos de altura, aunque siempre en un plano secundario; Jeff Kolman es un excelente guitarrista que ha trabajado con pesos pesados como Glenn Hughes o el proyecto Mogg/Way, y girado con Michael Schenker entre otros. Este vínculo con el rubio alemán coincide con el batería Shane Gaalaas, lo mismo que con Glenn Hughes en aquel Hughes/Turner Project o a las órdenes de Yngwie Malmsteen. Completa el bajista Kevin Chow, acreditado junto a Tarja o Paul Gilbert, por ejemplo.
La unión de estos tres virtuosos produce una música deliciosa donde los sonidos más duros se entremezclan con delicados pasajes jazz de muchísima envergadura, resultando de ello un excelente nuevo álbum a la altura (sino más alto) de sus tres pretéritas obras de estudio. Rock de fusión para paladares exigentes y exquisitos.










KNIGHT AREA   "Heaven And Beyond"     2017

Con la entrada del nuevo guitarrista Mark Bogert en "Hyperdrive" de 2014, nuestros progies holandeses favoritos probaron una nueva fórmula basada en un descarado acercamiento al hard-rock  e incluso al metal. El resultado fue, cuanto menos, curioso. Sin embargo para esta nueva entrega (sexta de larga duración), la "formula" ha sido matizada, volviendo en parte a su sonido primario de rock sinfónico clásico, aquel con el que tocaron techo en "Under A New Sign" de 2007. Digamos que "Heaven And Beyond" se queda un poco a caballo entre los dos estilos. Siguen los pasajes hardrockeros aunque esta vez la etiqueta "metal" no quepa, con buenas dosis de guitarras duras y solos. Pero también vuelve el sonido ampuloso, la cadencia y las atmósferas del rock progresivo. Estaríamos hablando de comparables con Arena en lo primero y con Marillion o IQ en lo segundo. Y con Enchant o Kansas en un término medio. Hay cortes con vocación de single y otros de largo desarrollo y orquestaciones de teclado. Por cierto, que de la formación original solo queda este, el teclista Gerber Klazinga y el vocalista Mark Smit, aunque en este trabajo repite formación completa con respecto al anterior. Suenan más reconocibles, aunque a mí me encantan de todas formas. Me parecen una banda muy talentosa.











LEPROUS    "Live At Rockefeller Music Hall"    2017

Los noruegos van de cabeza a la cima del metal progresivo de vanguardia. Ya pueden afinar los Devin Townsend o Haken Con este su primer lanzamiento en vivo dejan claro que sobre las tablas son igual de buenos o mejores que en disco. A una ejecución sencillamente perfecta se añade un repertorio que quita el hipo, fruto de una cosecha de tres magníficos últimos discos. Dejan de lado sus dos primeros trabajos ("Aeolia" 2006 y "Tall Poppy Syndrome" de 2009) y solo incluyen dos cortes de "Bilateral" de 2011 (con el que se dieron a conocer a nivel internacional.... o al menos con el que un servidor les descubrió, que para el caso es lo mismo), para centrarse en sus dos últimas entregas, "Coal" de 2013 y, sobre todo, el insultantemente maravilloso "The Congregation" de 2015.
Cuentan que tuvieron que recurrir al crowdfunding para hacerlo posible, pero pienso que ahora mismo tienen que ser punteros del sello Insideout y que les generarán buenos dividendos (siempre dentro de lo que cabe, y más en un género tan minoritario como este).
Lo grabaron en Oslo; el comienzo con "The Flood" ya es brutal, uno de sus clásicos ya para siempre, con esos matices de electrónica a lo Muse pero menos comercial y más oscuros. Estos tíos te pueden llevar de la luz cegadora a la más tétrica oscuridad en un minuto, sin cortarse de meter algún detalle "death" o airear "gorgoritos" en la buenísima interpretación vocal de Einar Solberg.
Instrumentalmente, técnica al servicio de ambientes opresivos y tensos, pero donde siempre hay una salida, una evolución y una revelación. Sencillamente magistrales.
Colabora Ihshan en el cierre con "Contaminate Me".